Cómo protegemos nuestra empresa frente a clientes morosos sin dañar la relación comercial

En el entorno actual, la morosidad es uno de los mayores retos a los que nos enfrentamos las empresas. Cobrar a tiempo es vital para mantener una buena salud financiera, pero también lo es conservar la relación con nuestros clientes. Por eso, muchas veces nos preguntamos: ¿es posible actuar ante un impago sin deteriorar el vínculo comercial?

Desde nuestra experiencia, creemos que sí. Y aquí compartimos algunas claves.

1. Establecer políticas de crédito claras

Una de las mejores formas de prevenir la morosidad es dejar bien definidos los términos desde el principio: condiciones de pago, penalizaciones por demora, procedimientos en caso de impago… Todo por escrito.

2. Detectar señales de alerta

Cambios en los plazos de pago, excusas recurrentes, modificaciones internas en el cliente… Son pequeñas señales que, si se ignoran, pueden acabar en impago. Estar atentos es clave.

3. Separar lo personal de lo profesional

Una gestión de cobro firme no tiene por qué ser agresiva. Se puede reclamar una deuda de forma educada, profesional y respetuosa, preservando la relación con el cliente.

4. Apostar primero por la vía amistosa

Siempre que sea posible, recomendamos agotar todas las vías extrajudiciales antes de acudir a los tribunales. Una buena negociación puede evitar gastos, tiempo y tensiones innecesarias.

5. Contar con apoyo especializado

En Iuris Justitia Creditor ayudamos a empresas de todos los sectores a recuperar lo que les corresponde, preservando al mismo tiempo la relación comercial con sus clientes. Contamos con experiencia nacional e internacional, y actuamos siempre con rigor legal, cercanía y respeto.

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